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Vigencia del pensamiento educativo de Ricardo Morales

Vigencia de su pensamiento educativo.

(Escrito en el 30 Aniversario de Foro Educativo)

Teresa Tovar Samanez

Publicado: 2022-07-10

Días atrás celebramos el Día del Maestro. Viene a colación dar cuenta de la vida y aporte del maestro Ricardo Morales Basadre, SJ, fundador de Foro Educativo (1) . Fallecido el año 2014, su importante legado persiste hasta hoy.

Quisiera retrotraer la presencia de Ricardo Morales a través de su pensamiento, de sus ideas sobre la educación; y hacerlo correlacionándolas con algunas experiencias de vida. Voy a mencionar cuatro.

La primera. Recuerdo cuando Ricardo Morales vino a inaugurar la exposición pictórica de Diego, mi hijo con Síndrome de Down, en el Museo de la Nación. También recuerdo las muchas veces que me habló de él con profundo afecto. Desde entonces y siempre, sentí que el sentido de la educación que Ricardo asumía abría una puerta ancha y afable a todas las personas, amplitud que siempre contrastó con la estrechez, con la que se menosprecia y regatea oportunidades y ciudadanía a muchos grupos vulnerables y excluidos. De allí que, luego de su partida, lo primero a recordar de la visión y pensamiento de Ricardo Morales es su apuesta por el desarrollo humano pleno, como anclaje de una propuesta educativa que busca cambiar el destino de las personas de carne y hueso. Para Ricardo, trabajar por la educación no era un acto racional que se mide por la eficiencia, sino un compromiso fuerte y afectivo por el prójimo y por el devenir de la especie humana.

Sostenía que la igualdad fundamental de todos los seres humanos condiciona la salud moral de una sociedad  (2) y reclamaba una perspectiva ética en el enfoque educativo y de desarrollo. Esta perspectiva debía impregnar el quehacer, vivir, producir y convivir, gobernar el aprender y la búsqueda de nuevos principios morales-civilizatorios.

Su afirmación rotunda de la prioridad de la educación pública, encajaba con precisión en esta visión. Postulaba que la educación debía leerse desde los más pobres en un país escandalosamente inequitativo, en una sociedad segmentada donde el principio de la igualdad tiene sólo existencia retórica. Por ello, las políticas educativas, tienen la responsabilidad de aportar al logro de una sociedad justa. Citaba a menudo a Fernando Savater: La educación es la clave para romper el destino.

La segunda. Cuando trabajamos en la Consulta Nacional de Educación Puertas Abiertas, al calor de unas deliciosas empanadas de la cocina de La Inmaculada, conversábamos sobre el reto de hacer una Consulta Nacional, que se hacía por primera vez en el país. Desde un inicio Ricardo Morales planteó con insistencia la pregunta: ¿Qué educación, para qué desarrollo?, la misma que había estado en los albores fundacionales de Foro Educativo.

Se trata sin duda de una pregunta punzante y radical, que implica pensar la educación como parte de un horizonte societal de transformación.

Finalmente, la Consulta Nacional giró en torno a una idea relacionada a la pregunta de Ricardo: La educación que queremos para el Perú que soñamos, de la cual salió luego el título del PEN al 2021: La educación que queremos para el Perú

Lo interesante del caso es que la pregunta de Ricardo sigue siendo plenamente vigente en el escenario actual. ¿Qué educación? ¿Para qué Desarrollo?, es posiblemente la interrogante más profunda e inquietante que vuelve a levantarse con urgencia hoy, a comienzos del siglo XXI, en medio de la remezón humanitaria y civilizatoria desatada por la pandemia. 

Ricardo se refería ya en el 2013 a la crisis del paradigma de desarrollo: ha perdido vigencia aquella visión del desarrollo de corte cerradamente neoliberal marcado por una fe ciega en las fuerzas del mercado, en el debilitamiento del Estado, en la privatización y liberalización de las economías.

Por eso conversar con Ricardo era dejar de ver la educación como un tema escolar, relativo al “sistema educativo” para visualizarla como dimensión fundamental del devenir de las sociedades. Señalaba que la educación es un espacio donde las sociedades pueden pensarse a sí mismas. Discutir sobre educación implica imaginar un mundo posible: La educación nos dice a qué tipo de sociedad estamos apuntando. El horizonte es integral: una visión de qué tipo de sociedad, qué tipo de desarrollo y democracia, qué tipo de civilización aspiramos a formar.

Precisaba que hay que dejar de ver a la educación como un tema solo técnico, pedagógico, financiero, institucional para enfocarlo como cosmovisión. Decía:

  Hacer política educativa en este sentido sustancial, no se reduce entonces a regular la extensión y calidad de los servicios de enseñanza ni a normar el acceso de los grupos sociales al conocimiento; ni siquiera a elaborar programas de calificación de la fuerza de trabajo de largo alcance para garantizar el desarrollo de la economía. Más allá de esas tareas de desarrollo organizacional o ingeniería social, la política educativa es un necesario ejercicio de filosofía.

Es en momentos de crisis que nos vemos obligados a recurrir a la filosofía. Pero Ricardo lo hacía siempre. Era su enfoque. En la Propuesta para un Acuerdo Nacional por la Educación (2002) escribió: El objeto de la política educativa son los aprendizajes futuros, posibles y deseables de una sociedad determinada. la preocupación por la educación del futuro lleva a indagar cómo inventamos comportamientos diferentes y construimos nuevos proyectos colectivos. Por esto el objeto de la política educativa se extiende hacia las potencialidades de la inteligencia, no menos que hacia los mundos misteriosos de la intuición y los sentimientos, del arte, de los sistemas de convivencia o las éticas sociales; con todo se relaciona y de todo se nutre

La tercera. Hubo un momento de debate y fuerte disputa en Foro Educativo cuando se agudizó la dictadura de Fujimori. Había miedo en la sociedad e incluso las ONG estaban amenazadas. Entonces Ricardo impulsó la toma de posición frente a la situación, en defensa irrestricta de la democracia y en crítica radical al autoritarismo. Recurría Siempre a locuciones en latín y una de sus favoritas era: Suaviter in modo, fortiter in re, que indica la conveniencia de combinar la suavidad en las formas con la energía en la defensa de los principios. Suave en la forma, fuerte en la esencia. Es una frase de Marco Favio Quintiliano (35-96) escritor de la época romana. Se trata de una máxima que rige la educación de los jesuitas y que retrataba a Ricardo de pies a cabeza. Escuchaba siempre a todos primero y con pausa y sin prisa recogía el consenso y daba la pauta fortitum in re.

Hoy vivimos otro momento el sentido ético está en disputa en la sociedad porque hay fuerzas retardatarias que pugnan por el retorno del autoritarismo y el oscurantismo, y que intentan que la corrupción permanezca en el metabolismo de nuestra deteriorada democracia. Necesitamos ahora con urgencia,  como decía Ricardo Morales, nuevas generaciones con fuerza de espíritu para producir un viraje en el imaginario de país. Ricardo, tu espíritu es tan joven y fuerte como el de los indignados de hoy.

La cuarta. Desde los inicios de foro, y en todas las iniciativas donde intervino, siempre estaba atento al proceso, a las experiencias que daban vida y forma a las ideas, a las voces de los actores. Siempre decía que el proceso es tanto o más importante que los resultados. Detrás de ello estaba la apertura y la capacidad de escucha, como actitudes fundamentales para construir propuestas de cambio. Estaba permanentemente dispuesto y deseoso de ir al encuentro, cara a cara, con las personas y con sus actividades. Detrás de la valoración de los procesos, encontramos asimismo la concepción del cambio educativo como un devenir social y cultural. La transformación educativa era vista como parte de una disputa histórica que debe enfrentar el trágico claroscuro, las grandezas y miserias de la razónen conexión con las luchas de los sujetos de derecho.

El pensamiento de Ricardo Morales Basadre marcó la educación peruana del último siglo. La historia de la educación contemporánea no se entiende ni concibe sin su aporte nodal. Fue parte de la gesta de la Reforma del 70 y del Libro Azul (3). Esa reforma que fue la más importante de la historia peruana en el ocaso del poder oligárquico suprimiendo las exclusiones, devolviendo a la vez la tierra al campesino y el voto al analfabeto (4) , que supuso un cambio total de la educación, desde sus fundamentos y filosofía hasta elementos concretos y visibles como el uniforme único (para colegios públicos y privados) o el texto de Paco Yunque como lectura (5) , vetado luego como peligroso (6). Además, fundó y lideró Foro Educativo, en un momento en que confluían tres procesos: el golpe de 1992, la crisis económica y el momento más agudo de la violencia y el conflicto armado. Se trató de una iniciativa nacida de la resiliencia y la resistencia. Recuperada la democracia, lideró la Consulta Nacional y luego impulsó y dirigió el Consejo Nacional de Educación. Era consultado por políticos y gobernantes porque constituía un referente ético indiscutible, parte de la reserva moral de nuestra sociedad.

Su vida fue ejemplo del enfoque que nos lega como desafío. Lo recordaremos como un visionario indignado y bondadoso; un pensador capaz de interrogar con formidable solvencia intelectual y moral, un maestro con profunda vocación que sonreía y se emocionaba cuando estaba en contacto con los niños (hay fotos increíblemente bellas sobre esto); un ser humano de calidad excepcional; un líder que proponía y concertaba al más alto nivel con incuestionable legitimidad; y un amigo fabuloso, capaz de mirarte con sencillez a los ojos y contagiarte su ternura.

Desde su legado, y en honor a su memoria, tenemos el reto como Foro Educativo de enfrentar hoy, con decisión y liderazgo, la arremetida de las fuerzas ultraconservadoras. Estamos otra vez ante un desafío de resistencia y resiliencia. Para tener éxito es preciso afrontarlo desde el entronque y movilización sinérgica con diversas organizaciones sociales y culturales, enhebrando las propuestas educativas con la disputa social amplia por el cambio del modelo civilizatorio.

(1) Este texto fue presentado en la celebración de los 30 años de Foro Educativo, el 9 julio 2022.

(2) Estoy colocando en cursiva las frases literales de Ricardo, extraídas de diversos textos y experiencias suyos.

(3) Vía el Informe General de la Comisión para la Reforma Educativa, de la cual formó parte y que fue liderada por Augusto Salazar Bondy

(4) El voto al analfabeto se dio oficialmente en 1979 (con Morales Bermúdez), pero se gestó en el gobierno de Velasco

(5) Cuento de César Vallejo que relata las vicisitudes de Paco Yunque, un niño campesino que debe soportar en la escuela los maltratos y humillaciones de su compañero Humberto Grieve, el hijo de los patrones de su mamá

(6) En el siguiente período, luego de que Juan Velasco Alvarado es derrocado


Escrito por

Teresa Tovar

Socióloga por titulación y escribiente por fatal afición, creo que combinar indignación, risa y algo de esperanza es una buena receta


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