Esta semana la discusión sobre la igualdad de género dejó los claustros académicos y técnicos y se posicionó en las calles. La discusión sobre “enfoques” y “paradigmas” se sustituyó por una batalla de lemas en el terreno del sentir popular. 

Aparecieron carteles del colectivo conservador conmishijosnotemetas en los puentes peatonales de diversas ciudades del país, equiparando burdamente la igualdad de género con pornografía, sexo anal y orgías infantiles. Pero surgió una respuesta contraria en carteles amarillos señalando: “El machismo mata, educa con igualdad” y “Educa con igualdad, educa sin violencia”.

Gramsci señaló que hegemonía de las ideas se decide en el terreno del sentido común. Sin esta batalla, no es posible conseguir una transformación real o una “reforma intelectual y moral”. Por ello la lucha por la igualdad de género no se ganará solo con una sentencia judicial o una norma. Requiere conquistar el sentido común y penetrar en las convicciones de las personas.

Hasta ayer los sectores retardatarios fueron exitosos recurriendo al miedo y a los tabús que son parte del sentido común tradicional “heredado del pasado y acogido sin crítica” (Gramsci). Pero en el terreno de los miedos hoy aparecen argumentos distintos. La población tiene hoy más miedo al machismo y a la violencia contra las mujeres que a una supuesta hipersexualización de los niños en las escuelas, de la cual no hay evidencia.

No se ha constatado ni demostrado la existencia de “orgías infantiles” pero sí hay evidencias documentadas y flagrantes de feminicidios, violaciones y acoso sexual a las niñas y a las mujeres. Todos los días. En su casa, en el aula o camino a la escuela, a las niñas las violentan, las embarazan y las violan. Una de cada 4 mujeres agredidas sexualmente es una niña, el 9% de los feminicidios son de niñas y adolescentes y la tasa de embarazo adolescente ha aumentado a 13.4% en lugar de disminuir.

Enseñar igualdad entre chicas y chicos en la escuela aparece como un arma poderosa para acabar con el machismo y la violencia contra las niñas e incluye la educación sexual que enseña el respeto y el cuidado. El buen sentido común comienza a inclinarse por esta posibilidad (82% de la población a favor de la igualdad de género). La igualdad previene la violencia mientras que el machismo mata, es definitivamente una idea que cala.

Hoy la igualdad de género es mucho más que la igualdad de oportunidades. Es la recuperación de la dignidad de las niñas y la defensa de su vida. Al lado de democracia y ciudadanía, tenemos que escribir con letras grandes dignidad y derechos humanos de las niñas y las mujeres. La democracia será una palabra vacía mientras siga siendo “normal” agredir o matar a una mujer.