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Las "transversales" en educación"

Post comentado de tres articulos en Diario Uno

Teresa Tovar Samanez

Publicado: 2017-04-08

El historiador Erick Thompson decía que los conflictos sociales no esperan en la puerta de las oficinas académicas esperando que los inviten a entrar, sino que existen, eclosionan, y obligan a tomarlos en cuenta. 

Recientemente tres temas sociales centrales se colocaron en la agenda educativa con fuerza singular. Primero fue el tema de igualdad de género, a raíz de un movimiento fundamentalista conservador que intentó y aún intenta borrar la igualdad de género del currículo nacional. De triunfar significaría un retroceso a las calendas griegas, ya que la igualdad entre hombres y mujeres es una conquista histórica, fruto de muchas luchas y que hoy esté consagrada en los documentos de consenso internacional.

Inmediatamente después, el climax del "niño costero" azotó el país con huaycos, inundaciones, ocasionando pérdidas de vidas humanas y miles de familias damnificadas. El cambio climático y los problemas ambientales son producto de la acción humana, que ha sido y es depredadora. El afán de lucro arrasa con toda conviccion de desarrollo sostenible que cuide la tierra y el fururo de las nuevas generaciones. Educar en conciencia ambiental se torna entonces urgente.

Un alcalde que forma parte de una banda delincuencial nos dejó azorados una vez más. Ya casi nos acostumbramos a destapes de corrupción, de los cuales el más grande es sin duda el caso Odebrecht. Con ellos se coloca en agenda la relación entre corrupción y democracia, dimensiones que conviven hace años en singular entrevero. Se trata de otro tema "transversal", que invade constantemente la escena social y toca la puerta de las oficinas de los decisores y "técnicos": se requiere a gritos una educación ética que contribuya a renconstruir la democracia. El tema sigue asomando tras la desverguenza de los puentes desplomados, de Graña y Montero y la corrupción de saco y corbata, etc.

Curiosamente, los tres temas: igualdad de género, educación ambiental y ética, no han sido precisamente las prioridades de las políticas educativas en los últimos años. Aunque están considerados en el currículo como "temas transversales" no tienen peso real curricular, ni tampoco en las prácticas pedagógicas. Sucede que los llamados temas transversales suelen ser una suerte de saludo a la bandera. Existen, pero tan ténuemente, que no marcan la educación. Son como Dios: se supone que está en todas partes pero nadie lo puede ver.

Claro. No se pueden ver porque son temas que carecen de poder de decisión al interior del sistema educativo. Funcionan como invocaciones a considerar, no como exigencias a cumplir. No hay instancias que fiscalicen su cumplimiento y además carecen de presupuesto o lo tienen de manera insuficiente. Incluso las pocas instancias encargadas de estos temas que existían hace han sido reducidas e incluso eliminadas, como ocurrió con la Dirección de Educación Ambiental. No se creó en sustitución de ella una instancia de poder transversal, sino que se desperdigó el tema ambiental como Túpac Amaru en varias direcciones y oficinas diseminadas del MINEDU.

Con los temas de género y ética la Dirección de Tutoría que se ocupaba parcialmente de ellos fue eliminada. Existe una Comisión Intersectorial de Eduación de las Niñas rurales que no abarca el tema de igualdad de género en su conjunto y carece de poder de decisión.

El trabajo de los temas "transversales" ha sido fruto del esfuerzo de grupos al interior del MINEDU que han luchado para posicionarlos y han desarrollado, a contracorriente muchas veces, sus contenidos. Esto incluye la hoy Dirección de Educación Intercultural Bilingue, y el esfuerzo de la antigua Dirección de Educación Ambiental de impulsar las Escuelas Ambientales premiadas con banderas verdes.  

Sin embargo, pese a estas limitaciones, los temas existen. Están en los documentos, en algunas instancias y, además, algunos de ellos han sido asumidos con mayor atención. Hoy un logro importante a destacar es la aprobación del Plan de Educación Intercultural Bilingue, con respaldo presupuestal. Otros han merecido incluso  fuerte atención por parte de las altas autoridades del MINEDU. Es el caso del tema de igualdad de género donde la actual ministra M.Martens se ha parado firme frente a la arremetida conservadora y se ha acercado a diversos colectivos de la sociedad civil para extablecer sinergias y alianzas.  

Es una oportunidad entonces para que aquello que la sociedad coloca en la agenda nacional y en las portadas de todos los diarios, se asuma con fuerza y centralidad en las políticas educativas. 

No es asuntos circunstanciales. Son temas centrales de la agenda del siglo XXI: Desarrollo Sostenible, Igualdad de Género y Democracia con fundamento Etico.  Se trata de temas relacionados a los nuevos paradigmas que requerimos para construir una humanidad distinta. 

Por ello, tan o más importante que aprender matemáticas es formar en espíritu crítico, solidaridad, integridad y dignidad humana. No son laterales, sino que están en el epicentro de una educación que se proponga una reforma cultural y moral. Asumirlos supone, además, cambiar nuestra manera de relacionarnos  y nuestra manera de  ver la realidad y de "entender" el mundo. Por tanto tomarlos en serio implica que "conocer", "aprender" y "educar" ya no pueden hacerse de la misma manera en que hemos estado habituados. Tendremos otros lentes para mirar y para desarrollar nuevos conocimientos.

A continuación van los post de los tres artículos sobre educación ambiental, igualdad de género y formación ética.

1.Cuando el río suena,la educación no siempre escucha

Post de articulo en el Diario UNO, 1ro. abril 2017

El Perú está conmocionado por el desastre ambiental. Frente a la destrucción no solo hay que reconstruir, sino construir, dicen todos. Esto significa entender los ecosistemas y modificar de acuerdo a ello los entornos y estilos de vida; implica transformar las comunidades y construir una cultura ambiental. Todo esto se aprende pero hoy no se está enseñando… con la fuerza de años atrás.

Hasta el 2015 más de 15 mil escuelas públicas (18%) han impulsado proyectos ambientales y las mejores fueron reconocidas con banderas verdes por sus proyectos ambientales. Vincularon el cuidado de la naturaleza con el desarrollo de hábitos sostenibles y la construcción de mejores condiciones y horizontes de vida.Quioscos saludables, conocimiento de la biodiversidad y valor del agua, niños disfrutando y aprendiendo de la crianza y cultivo de especies, espacios escolares reverdecidos, materiales educativos reinventados utilizando piedritas, hojas, y docentes mostrando su conocimiento ancestral sobre la naturaleza se conjugaron para imaginar y plasmar una educación distinta. Se rompieron los muros de las escuelas y se aprendió más y mejor al aire libre. Los estudiantes conocieron su región y los sabios de la comunidad vinieron a las escuelas.

Ahora, junto con los huaicos e inundaciones, el tema ambiental (“transversal” en el currículo) toca la puerta. La Política Nacional de Educación Ambiental, que hiberna o sobrevive en algunos rincones del MINEDU después que se disolviera la Dirección de Educación Ambiental, debe despertar de su letargo. Formar en ciudadanía ambiental es urgente.

La sociedad ha colocado en primer plano temas puestos al margen de las prioridades educativas. Así, cuando nadie lo esperaba, el currículo se vio sacudido por el debate sobre igualdad de género (“transversal”).Un mes atrás el espectáculo de ex-presidentes, ex ministros y similares acusados y/o presos por el caso Odebrecht desafió en silencio la enseñanza de historia y ciencias sociales colocando la cuestión ética (otro“transversal”) en la palestra.

Los tres temas: género, medio ambiente y ética rebalsan hoy la insuficiente y discursiva “transversalidad”. Son centrales y requieren una contraparte institucional en el MINEDU con fuerza, presupuesto y poder de decisión sobre el conjunto de accioneseducativas. Esta contraparte no existe y sólo ella puede garantizarque no se desplomen.

2. Dos pasos adelante. Ni un paso atrás

Post de artículo en Diario UNO, 13 marzo 2o17

Ante la ofensiva conservadora conmishijosnotemetas, que crece peligrosamente, es urgente enmendar rumbos y modificar radicalmente la forma de afrontar el cambio educativo.

PRIMER PASO. Dejar de concebir e implementar los cambios, y la reforma curricular en particular, como un asunto tecnocrático. Sus contenidos propuestos desde el MINEDU y conversados con mesas técnicas regionales quedaron cortos. Se consiguió un cierto consenso técnico pero no se construyó una convicción social. El pensamiento dogmático aprovecha este vacío para posicionaren barrios populares, calles y plazas consignas atentatorias contra los derechos humanos básicos, que pueden hacernos retroceder siglos como país, a la vez que avalar la violencia e incuso asesinato de seres humanos: “Si encuentran dos mujeres teniendo sexo, maten a las dos en el nombre de Jesús”.

Los maestros, presionados por mayores “rendimientos” y muchos de ellos formados en ideas tradicionales o en silencios sobre la igualdad de género, tampoco se involucraron. El MINEDU quedó solo frente a la embestida retardataria y recién empieza a armar un discurso directo y sencillo, que es indispensable, porque aun la academia pierde hoy frente a los simples argumentos de la ideología del odio que germinan en muchos ciudadanos de a pie. Este discurso debería ser laico.

SEGUNDO PASO. Colocar en el centro del quehacer educativo aquello que fue arrinconado al margen en los últimos 10 años: la educación ciudadana y los temas “transversales”: igualdad, conciencia ambiental, ética, igualdad de género, interculturalidad, etc. Estos temas figuraron discursivamente o en acápites secundarios, tuvieron muy escaso presupuesto y ningún peso en instancias de decisión. Lo que se colocó en el centro y en todo el espectro de presupuestos, mediciones y “logros” del sistema, fue el rendimiento estudiantil en 2 asignaturas necesarias pero instrumentales.

Hoy hay que asumir el cambio educativo de otra manera. Lograr la igualdad en la escuela exige a) una batalla cultural que debe involucrar a toda la población y no solo a los especialistas, y b) cambiar el peso de la apuesta: la formación del espíritu crítico antes que las pruebas PISA. De otro modo regresaremos a las catacumbas, estilo Trump.

3. Los maestros y la recuperación moral

Post de artículo en Diario UNO, 15 de febrero 2017

Los maestros son parte sustancial de nuestra reserva moral y pueden hoy hacer frente a 2 estocadas contra los principios básicos de convivencia humana y democrática. De un lado, la corrupción, que va desde las más altas esferas del poder hasta las mentalidades. De otro, la descalificación de la enseñanza de la igualdad entre niñas y niños.

Hoy se exige al docente centrarse en el rendimiento de matemáticas y lenguaje. Puntajes, bonos, estándares, clases modelo, etc. van enrumbados a este objetivo y copan sus esfuerzos. Pero es preciso hacer un acto de resiliencia que vincule los aprendizajes con lo trascendente. Urge priorizar la formación de 2 habilidades cruciales para la salud del país, reclamadas por Martha Nussbaum: pensar de manera crítica y respetar al otro.

El Ministerio defiende la igualdad en el currículo. No obstante, son los maestros quienes juegan el partido. Son quienes pueden erradicar toda agresión a un estudiante por ser mujer, indígena, tener diferente orientación sexual o presentar discapacidad; los que pueden motivar a los varones a expresar sus emociones e incentivar a las niñas a ser valientes en lugar de ser princesas violentadas y fracasadas. Ningún padre quiere que su hija se vea impedida de destacar en matemáticas; menos aún que sea violada impunemente (77% de las víctimas de violencia sexual son niñas). Ninguna madre quiere que su hijo o hija sufra bullying por ser homosexual y los docentes pueden lograr que sea respetado. Pueden dar cabida al talento artístico que cultiva la sensibilidad y forja mejores ciudadanos. Los maestros pueden incentivar tanto a niños como a niñas a ser afectuosos, valerosos, honestos y fraternos.

El tema de la corrupción ya envuelve a la escuela. En los libros de historia tendremos 2 o más presidentes encarcelados, mientras que la instalación del “roba pero hace obra” mella la integridad ética de las nuevas generaciones. 

Requerimos maestros que enseñen por problemas y no por materias, como ya ocurre en Finlandia y España, motivando por ejemplo a usar las matemáticas para calcular cuánto dinero se puede recuperar de la corrupción. Necesitamos niños y niñas inmunes a la podredumbre moral y la mejor vacuna puede estar en manos de los maestros, protagonistas de la indispensable reforma cultural que hoy requiere nuestro país.

Escrito por

Teresa Tovar

Socióloga por titulación y escribiente por fatal afición, creo que combinar indignación, risa y algo de esperanza es una buena receta


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